
La dieta y el ejercicio, no son rivales, al contrario son totalmente complementarios y es fundamental que ambos estén presentes para tener el éxito asegurado. Por lo tanto no lo dude no es ‘dieta o ejercicio’ es ‘dieta y ejercicio’.
En el tratamiento del sobrepeso y la obesidad, la dieta y el ejercicio junto con los cambios de hábitos alimentarios, son la base de todo tratamiento serio.
Dieta baja en calorías y obesidad
La dieta no significa comer menos de lo que como siempre, sino cambiar la forma de comer, aprender a comer con un plan alimentario balanceado y utilizando menos calorías de las que necesita.

Trabajando fundamentalmente en el cambio de los hábitos alimentarios. En general una dieta con estas características en una persona adulta sana no debe sobrepasar las 1.200 a 1.500 calorías diarias.
Con pocas grasas, pocos carbohidratos refinados (azúcares y dulces), abundantes vegetales, frutas frescas y abundante cantidad de agua (no menos de 2 litros diarios).
Otros elementos importantes a tener en cuenta cuando se prepara un plan alimentario de estas características son: la edad, el sexo, el momento biológico (niñez, adolescencia, adulto, embarazo, vejez), las horas de trabajo y la actividad física realizada.
Además si la persona que tiene que adelgazar presenta una enfermedad (hipertensión, artrosis, Osteoporosis, etc.), también se deberá contemplar y adecuar el plan a dicha circunstancia.

La intensidad y la duración del tratamiento dependerán de cada caso en particular. Pero recuerdo que un muy buen promedio de descenso de peso corporal es de aproximadamente entre 500 y 700 gramos semanales, o sea 2 a 3 kilos por mes.
Siempre y cuando este descenso de peso se logre, a expensas del exceso de la grasa corporal y no de la masa magra (muscular).
Actividad física y sobrepeso
Para que esto último se lleve a cabo, es fundamental e indispensable la actividad física en forma regular y periódica, sin ella esto no se logra. Por esta razón no son rivales o alternativas diferentes sino totalmente complementarias e indispensables. La dieta cumple una función y el ejercicio otra. De esta forma se complementan.

Por lo tanto no se olvide: comer menos y moverse más. No crea que es imposible, solamente hay que tratar de lograrlo con paciencia, constancia y tenacidad. Los resultados son tan positivos que no se arrepentirá.